La voz del más indefenso

No sé si corresponde, pero si lo hago debe ser, simplemente, porque lo siento así. Libertad, ganas, pedido, deseo. Libertad de expresión, de publicación, divulgación. A continuación uno de los tantos textos que mi hermana (14), mi reina, escribió en algún momento de su vida:

A las personas ausentes que quise y nunca estuvieron
Todos me tienen harta. No pertenezco a ningún lugar, o tal vez si... a IDIOTALANDIA, cruzando la esquina del rencor y del miedo. O a IMPERFECTOLANDIA, a la vuelta de la cobardía, la fealdad y la dominación.
Simplemente soy idiota y no pertenezco a nada, a nadie. Para ellos no valgo, da igual si estoy o no, NO LES IMPORTO. Días atrás estuve muy bien. Tenía en mente hacer lo que fuere para lograr ser feliz nuevamente. Pero el Señor dolor y el rencor, la Señora estupidez y la dominación se adueñaron de mi otra vez, OTRA PUTA VEZ. Y nadie prácticamente me acepta. Todos me usan, todos me dejan, todos me hacen sentir o ver que nada valgo. ESTOY HARTA DE TODO. Algunos me hacen poner bien. Pero quiero FELICIDAD. Quiero salir de este barrio de mierda para irme a un barrio feliz. Simplemente creo que quiero dormir y no volver a despertar, y soñar eternamente contigo, con que te tengo junto a mi y soy feliz como aquella vez.