viernes, 18 de mayo de 2007

Síndrome de los veintitantos

Le llaman la "crisis del cuarto de vida". Te empiezas a sentir inseguro y te preguntas dónde estarás en un año o dos, pero luego te asustas al darte cuenta que apenas sabes dónde estás ahora. Te empiezas a dar cuenta de que tu círculo de amigos es más pequeño que hace unos años atrás. Te das cuenta de que cada vez es más difícil verlos y coordinar horarios por diferentes cuestiones: trabajo, estudio, pareja, etc. Las multitudes ya no son "tan divertidas"... hasta a veces te molestan. Y extrañas la comodidad de la escuela, de los grupos, de socializar con la misma gente de forma constante. Ríes con más ganas, pero lloras con menos lágrimas, y con más dolor. Te rompen el corazón y te preguntas como esa persona que amaste tanto te pudo hacer tanto mal. O quizás te acuestes por las noches y te preguntes por qué no puedes conocer a alguien lo suficientemente interesante como para querer conocerlo mejor. Pareciera como si todos los que conoces ya llevan años de novios y algunos empiezan a casarse. Atraviesas por las mismas emociones y preguntas una y otra vez, y hablas con tus amigos sobre los mismos temas porque no terminas de tomar una decisión. Salir tres veces por fin de semana resulta agotador y significa mucho dinero para tu pequeño sueldo. Miras tu trabajo y quizás no estés ni un poco cerca de lo que pensabas que estarías haciendo. O quizás estés buscando algún trabajo y piensas que tienes que comenzar desde abajo y te da un poco de miedo. Tratas día a día de empezar a entenderte a ti mismo, sobre lo que quieres y lo que no. Tus opiniones se vuelven más fuertes. Ves lo que los demás están haciendo y te encuentras a ti mismo juzgando un poco más de lo usual porque de repente tienes ciertos lazos en tu vida y adicionas cosas a tu lista de lo que es aceptable y de lo que no lo es. A veces te sientes genial e invencible, otras... solo, con miedo y confundido. De repente tratas de aferrarte al pasado, pero te das cuenta de que el pasado cada vez se aleja más y que no hay otra opción que seguir avanzando. Te preocupas por el futuro: la familia, el título, el dinero... por hacer una vida para ti. Y mientras ganar la carrera sería grandioso, ahora tan solo quisieras estar compitiendo en ella. Lo que puede que no te des cuenta es que muchos de los que estamos leyendo esto nos identificamos con ello. Muchos de nosotros tenemos "veintitantos" y nos gustaría volver a los 15-16 algunas veces. Este parece ser un lugar inestable, un camino en tránsito, un desbarajuste en la cabeza... pero los más grandes dicen que es la mejor época de nuestras vidas y no tenemos que desaprovecharla por culpa de nuestros miedos... Dicen que estos tiempos son los cimientos de nuestro futuro. Parece que fue ayer que teníamos 16... ¿¡Entonces mañana tendremos 30!? ¿¡Así de rápido!? Hagamos valer nuestro tiempo... Que no se nos pase! La vida no se mide por las veces que respiras, sino por aquellos momentos que te dejan sin aliento.

Lo que acaban de leer es un e-mail (con algunos retoques para que no fuera tan extenso) que me enviaron hace algún tiempo, en una etapa de mi vida en la que la confusión se había apoderado de todo mi ser. Espero le sirva a alguno de los cumpas.

Sole.

3 comentarios:

vladimir dijo...

A la mierda con la familia la patria y el título. A la mierda los 15 y los 16. A la mierda los 30 y los 64. El mejor momento es ahora, y no porque ahora sea más alegre o más triste, sino porque es lo único que existe: ¡Ahora es siempre!
Sole: A la mierda con los miedos. Ofrezcámonos al fracaso. Afirmemos la vida y seamos dignos de lo que nos pasa.

Diego dijo...

Sole,
Cambiar de edad es cambiar de cuerpo, pero no hay que tener miedo, es como la serpiente que cambia de piel... pasa... no podemos evitarlo, pero sí podemos hacer que pase lo mejor posible.
Saludos,
Diego - Pegateunviajeenlalocomotoradecatro!

Fausta dijo...

Al leer este fragmento, brotó en mi cabeza la siguiente frase de Lennon:
"La vida es todo aquello que te sucede, mientras tu te empeñas en hacer otros planes".
Y qué razón tiene! A los 16, a los veintitantos, a los treinta o antes de morir... siempre miramos adelante con disconformidad en el presente...
Coincido con Vladimir, a la mierda con todo!
Saludos!